23 de septiembre de 2013

Antártida, los montes submarinos, ‘vitales’ en la predicción del clima


















Investigadores han descubierto que el agua de mar en el océano cerca de la Antártida se mezcla intensamente a medida que se precipita sobre las montañas submarinas en el Pasaje de Drake, el canal entre el extremo sur de América del Sur y el continente antártico, algo que resulta crucial en la regulación del clima de la Tierra y las corrientes oceánicas, según publica la revista 'Nature'.

La investigación, realizada por expertos de las universidades de Exeter, East Anglia y Southampton, todas en Reino Unido, y la Institución Oceanográfica Woods Hole, del 'British Antarctic Survey' y de la Asociación Escocesa de Ciencias Marinas, proporciona una visión de los modelos climáticos que hasta ahora han carecido de la información detallada sobre la mezcla del océano necesaria para proporcionar proyecciones precisas del clima a largo plazo.

En el análisis de algunas de las aguas más salvajes del planeta, los investigadores midieron la mezcla en el Océano Austral mediante la liberación de pequeñas cantidades de un trazador químico inerte en el Pacífico Sudeste y lo siguieron durante varios años hasta que atravesó el Pasaje de Drake para observar la rapidez con que se mezcla el océano.

El indicador no mostró casi ninguna mezcla vertical en el Pacífico pero a medida que el agua pasa sobre el fondo del mar montañoso en la distancia continental relativamente estrecha que forma el Pasaje de Drake comenzó a mezclarse de forma espectacular.

En palabras del profesor Andrew Watson, de la Universidad de Exeter (anteriormente en East Anglia), "es crucial conocer profundamente los procesos de mezcla en el océano para entender el sistema climático global. Nuestro estudio indica que prácticamente toda la mezcla en el Océano Antártico se produce en el Pasaje de Drake y en algunos otros lugares montañosos submarinos. Nuestro estudio proporcionará a los científicos del clima información detallada sobre los océanos de la que actualmente carecen".
La mezcla del océano transfiere dióxido de carbono de la atmósfera a las profundidades del mar y, en última instancia, controla la velocidad a la que el océano absorbe el dióxido de carbono. Durante varios cientos de años, este proceso eliminará gran parte del dióxido de carbono que liberamos a la atmósfera, almacenándolo en las profundidades del océano. La mezcla oceánica también afecta al clima, por ejemplo, un aumento en la tasa de aguas profundas en la mezcla permitiría al océano llevar más calor hacia los polos.
Los científicos creen que las concentraciones más bajas de dióxido de carbono en la atmósfera durante las edades de hielo pueden haber sido el resultado de una mezcla oceánica más lenta entre la superficie y las profundidades del mar. Aunque las razones de esto no están claras, acentúa aún más el vínculo entre la mezcla en el océano y el clima.

Fuente: Ecoticias

18 de septiembre de 2013

El campo magnético del Sol se invertirá en los próximos meses
























En los próximos tres a cuatro meses el campo magnético del Sol, en el cual se bañan la Tierra y todos los
planetas del sistema, completará una inversión de polaridad, un proceso que ocurre cada unos once años y ahora está casi a mitad de camino, informó hoy la agencia espacial estadounidense NASA.

"Este cambio tendrá repercusiones en todo el sistema solar", dijo el físico solar Todd Hoeksema, de la Universidad de Stanford (California), en declaraciones para la agencia espacial.
La inversión de polaridad -el norte pasará al sur y viceversa- ocurre en la culminación de cada ciclo solar cuando el dínamo magnético interno del Sol se reorganiza.

Durante esa fase, que los físicos denominan Máximo Solar, las erupciones de energía pueden incrementar los rayos cósmicos y ultravioletas que llegan a la Tierra, y esto puede interferir con las comunicaciones radiales y afectar a la temperatura del planeta.
Hoeksema es director del observatorio Solar Wilcox, de Stanford, uno de los pocos observatorios del mundo que estudian los campos magnéticos del Sol y cuyos magnetogramas han observado el magnetismo polar de la estrella desde 1976, un período en el cual han registrado tres inversiones.

Phil Scherrer, otro físico solar en Stanford, dijo que lo que ocurre es que "los campos magnéticos polares del Sol se debilitan, quedan en cero, y luego emergen nuevamente con la polaridad opuesta. Es parte regular del ciclo solar".

El alcance de la influencia magnética solar, conocida como heliosfera, se extiende a miles de millones de kilómetros más allá de Plutón, y aún las sondas Voyager, lanzadas en 1977 y que ahora rondan el umbral del espacio interestelar, captan esa influencia.

Fuente: Sitio Yahoo

9 de septiembre de 2013

Otra central nuclear de Japón con problemas: Ohi

















Cuando, después de más de dos años, desde el 11 de marzo de 2011, aún no se ha logrado controlar la radiación del accidente nuclear producido en la central de Fukushima, ahora, otra planta nuclear japonesa, parece tener problemas de seguridad. Es el reactor tres de la central nuclear de Ohi, ubicada en la prefectura de Fukui, la costa occidental de Japón, y operada por la Compañía Eléctrica de Kansai (KEPC).
Según la propia empresa que opera la central, hay una gran columna de vapor saliendo de la planta. KEPC ha comentado que las emisiones de vapor se localizan en seis puntos de la red de tuberías del edificio de motores del reactor tres. La columna de humo alcanza una altura de tres metros.

Las alarmas se activaron y la compañía eléctrica procedió a evacuar a todo el personal de la central de Ohi. Después, se comprobó que el vapor no contiene sustancias radiactivas. El reactor tres de la citada central se encuentra en parada técnica para realizar una inspección rutinaria. El próximo 15 de septiembre se hará lo propio con el reactor cuatro.


La central nuclear de Ohi se encuentra sobre una falla. Los técnicos de la Autoridad de Regulación Nuclear (NRA) de Japón tratarán de saber si esa placa tectónica sigue inactiva. Si no es así, es primordial que se detenga el funcionamiento de la central.